El Mostrador en su seccion de Agenda Inclusiva publicó el dia domingo la columna de opinión de Victor Dagnino.

Presidente Centro de Discapacidad SOFOFA, Víctor Dagnino:

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad ha sido explícita en señalar que las barreras que enfrenta a diario este grupo de la población -Disminuye su participación en la sociedad-, por lo mismo exige a los Estados que tomen medidas que permitan dar pleno acceso a la actividad cotidiana y así eliminar los obstáculos a su integración definitiva para que logren insertarse laboralmente, contribuyendo al progreso y al desarrollo, como también al mejoramiento de su calidad de vida.

Según la encuesta Endisc 2015, un 16,7% de la población chilena está en situación de discapacidad. Esto se traduce en que casi 1 de cada 5 chilenos tiene algún tipo de limitación o restricción al realizar una actividad. Entre ellos, hay más de un millón de personas que está en edad laboral y que necesita contar con los accesos, espacios y oportunidades para ejercer todas sus capacidades.

Hoy la gran población de chilenos con discapacidad tiene un sinnúmero de problemas que no cuentan con soluciones. Para responder a estos desafíos Sofofa ha decido apoyar la Expo Inclusión 2018: la primera Feria y Congreso Nacional de la Inclusión que busca mostrar soluciones, tecnologías y oportunidades de trabajos para hacer de Chile un país más Inclusivo.
Emparejarles la cancha y facilitar su participación es uno de los desafíos que nos propusimos abordar desde la cooperación público-privada y sociedad civil, poniendo el acento en las capacidades y no en la discapacidad de las personas. Es así como, desde el año 1992, Sofofa se ha abocado a la inclusión sociolaboral de personas con discapacidad, constituyendo una comisión de carácter tripartita, liderada por el Centro de Discapacidad del gremio e integrada por empresarios (sector privado), organismos del Estado (sector público), y fundaciones especializadas en inclusión (sociedad civil) a quienes convocamos con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La ley 21.015, que incentiva la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral, es reflejo de la importancia que el Estado chileno da a un tema que, desde Sofofa y en conjunto con múltiples actores, hemos venido trabajando desde hace más de 25 años.

Esta ley responde a los nuevos escenarios emergentes en el mundo, en materia de inclusión y búsqueda de cohesión social, que están reflejados en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad promulgada por Naciones Unidas el 2006.

Esta nueva ley de inclusión laboral, que entró en vigencia en abril del presente año, viene a reforzar nuestro desafío, a darnos una gran oportunidad y a probar nuestra convicción de que este partido debe incluirnos a todos. Es el momento de entrar a la cancha dejando atrás mitos, estructuras y prejuicios que afectan la contratación de personas con discapacidad (PcD).

Diversas investigaciones, como el estudio levantado por la Comisión Discapacidad de Sofofa y la OIT, constatan que la contratación de PcD implica una serie de beneficios para las empresas, desde la mejora en el clima laboral, compromiso y productividad, hasta la mayor capacidad de innovar en las organizaciones.

Creemos que el principal aporte de esta ley es de índole cultural: romper la inercia, innovar, ampliar la mirada como sociedad y como empresas. La ley gatilla buscar pensamiento en red, convergente y socialmente co-responsable. La misma que buscamos crear, junto a la OIT, con la Red de Empresas Inclusivas (ReIN) de Sofofa un espacio para compartir y transferir buenas prácticas, conocimientos y métodos que aporten a avanzar en este desafío, entre empresas motivadas por la inclusión laboral.

Junto con el cambio cultural, necesitamos retroalimentar las políticas públicas con la participación de actores públicos y empresas. Como Sofofa tenemos el compromiso de levantar esta mirada desde el mundo empresarial, para dialogar con el Estado desde la experiencia en terreno. Una comunicación fluida entre el mundo público y privado, más la sociedad civil, es la única manera de que la Ley cumpla con el objetivo que compartimos: una real y efectiva inclusión laboral de las personas con discapacidad.

La ley nos conduce, nos invita y refuerza la importancia de lo que hemos planteado desde hace tantos años: trabajar en equipo coordinando los esfuerzos de todos los actores sociales en una misma cancha donde las personas con discapacidad sean titulares y no reservas.