El Summit DEI 2025 cerró su jornada con una participación histórica de más de 400 líderes de personas, ejecutivos y especialistas en diversidad, equidad, inclusión y sostenibilidad. El encuentro, realizado en el Hotel Intercontinental, confirmó algo que ya venía sintiéndose hace meses: las organizaciones están buscando avanzar hacia culturas más inclusivas, con datos, con propósito y sin discursos vacíos.

Un inicio que puso la ciencia al centro

La apertura estuvo marcada por una conexión en vivo desde Madrid con la neurocientífica Nazareth Castellanos, quien instaló una conversación clara y urgente sobre bienestar mental, evidencia científica y el impacto real en las personas. Su presentación dio el tono de lo que sería el resto del día: contenidos profundos, aterrizados y con sentido humano.

Entre los asistentes estuvieron representantes de empresas como BHP, Coca-Cola Andina, BUK, THT, LINKES y NeuroLeadership Institute, que participaron como sponsors y se involucraron activamente en los espacios de conversación y networking.

Liderazgo que impulsa cambios reales

Uno de los momentos más comentados fue la presentación de Olga Alfaro, Gerente General de Concentrados Escondida BHP, quien mostró cómo la inclusión puede formar parte estratégica del negocio y no solo de los discursos. Este mensaje abrió espacio a un panel con líderes de Mutual de Seguridad, Caja La Araucana y Agrosano, donde se compartieron aprendizajes concretos, desafíos y caminos posibles para avanzar con convicción.

Cultura, datos y decisiones que transforman

La jornada continuó con miradas expertas sobre cómo medir la cultura para transformarla, lideradas por BUK, y con reflexiones de BancoEstado, EY y Empresas SB sobre la importancia de trabajar la inclusión desde la realidad de cada organización. Quedó claro que los datos, cuando se usan bien, son una herramienta poderosa para cambiar prácticas.

Innovación, accesibilidad y futuro del trabajo

Las intervenciones de Microsoft, Randstad y Antofagasta Minerals reforzaron el rol de la tecnología y la accesibilidad como habilitadores del futuro laboral. La conversación giró hacia cómo diseñar soluciones que consideren distintas necesidades y permitan la participación plena de todas las personas.

Un cierre que volvió a lo esencial: oportunidades, educación y trato justo

El bloque final incluyó mensajes sobre inclusión laboral desde la educación temprana, claves para procesos de selección más justos y un taller de neurociencia aplicada que invitó a comprender cómo tomamos decisiones y cómo eso impacta la cultura interna.

Un mensaje que se repitió durante el día: la inclusión no admite atajos

Al terminar, la sensación fue compartida: el Summit DEI 2025 no solo reunió a cientos de personas, sino que instaló conversaciones urgentes y necesarias. La alta convocatoria, la participación activa y la profundidad de los contenidos mostraron que la inclusión es hoy una decisión estratégica, humana y transformadora.